Subida al poder como Jefe de Guerra de la Horda. Orgrim de los Blackrock y Durotan de los Frostwolf se conocieron durante un festival Kosh'harg en Nagrand. Los dos jóvenes problemáticos escaparon luego de la hora de dormir para espiar en el consejo de los clanes solo para ser severamente decepcionados. En vez de esto decidieron gastar el resto de la noche retándose uno a otro, pronto formaron un vinculo que, aunque técnicamente no está prohibido, fue considerado contra la tradición por los clanes Blackrock y Frostwolf a los que ellos pertenecían. A pesar de esto Orgrim y Durotan nunca dejaron de ser amigos.
Orgrim comenzó su ascenso al poder a través del clan Señor del Trueno, siendo un miembro de ese clan también. El Clan Blackrock tenia fuertes conexiones con el clan Señor del Trueno, y por esta razón, fue capaz de ascender en el poder de ambos. Tras la muerte de su padre, Orgrim se volvio portador del Doomhammer y segundo al comando de Blackhand.
A diferencia de Blackhand, Doomhammer decidió que él no sería un títere de Gul'dan y su Consejo de las Sombras. Capturó y torturó a Garona para revelar la localización del Consejo, buscándolo para destruirlo porque creía que eran una influencia corrupta sobre la Horda. Orgrim entonces mató tantos brujos y miembros del consejo de las sombras como pudo, aplastando efectivamente su poder.
Cuando Gul'dan despertó, el encontró que el nuevo Jefe de Guerra había destruido el Consejo de las Sombras -marcando a la casta de brujos como traidores y ejecutando a muchos de ellos- y con la intención de matarlo a él también. Rogando a los pies de Orgrim, Gul'dan le recordó que el consejo de las Sombras ya no existía y el era el ultimo él era el último hechicero verdadero dentro de la Horda, y que ellos lo necesitarían contra los magos humanos. El brujo prometió que iba a crear un ejército de nigromantes todopoderosos, leales al Jefe de guerra: los Caballeros de la Muerte. Doomhammer estuvo de acuerdo, a pesar de (correctamente) sospechar de Gul'dan por traición.